El Olfato

AROMACOLOGÍA: NEUROCIENCIA DEL OLFATO

La aromacología es una ciencia desarrollada desde 1989 por el Sense of Smell Institute (SSI) que se dedica al estudio de la interrelación entre la psicología y los olores. Las teorías de la aromacología tienen una sólida base neurobiológica que establece relaciones verificables mediante la experimentación, y se expresa cuantitativamente. Dicha ciencia sólo está relacionada con los efectos temporales de una fragancia sobre los sentimientos y emociones, y con los efectos que se dan mediante la estimulación de las vías olfativas en el cerebro, especialmente en el sistema límbico. Utiliza como indicadores la actividad eléctrica en el cerebro, el ritmo cardíaco, la conducción de la piel, los cambios en las funciones cognoscitivas tales como la memoria y el comportamiento voluntario e involuntario, ante estímulos de los diferentes aromas que pueden ser agradables o desagradables.

 

 

Algunos de los resultados de las investigaciones en aromacología son los siguientes:

  • Ondas cerebrales: el aroma de jazmín incrementa las ondas beta que se presentan con mayor frecuencia en estados de concentración o de alta emotividad; mientras que el aroma a sándalo y pino aumentan la generación de ondas alfa, que es la frecuencia cerebral dominante en estados de relajación.
  • La presión arterial baja con el aroma de nerolí y valeriana.
  • La micro vibración es un fino temblor observado en los animales de sangre caliente influenciado por la tensión muscular. Este indicador disminuyó con los aromas de naranja y lavanda. Los aromas de jazmín, manzanilla y almizcle aumentaron la micro vibración y con ello, la tensión muscular.
  • Constricción vaso periférica, asociado al estrés psicológico. El jazmín y la pimienta tienen efectos relajantes.
  • Ritmo cardíaco: la desaceleración del ritmo cardíaco se favorece con los aromas dulces, en especial con el de rosas. Con el aroma de limón se desacelera debido a una mayor concentración ante un estímulo de alerta, la mente se anticipa.
  • Capacidad de respuesta: el jazmín reduce el tiempo de reacción ante una decisión mientras que la lavanda lo aumenta.
  • Pruebas de aprendizaje: los aromas que resultaban agradables a los participantes aumentaron la capacidad de memorizar. Eran limón, eucalipto y lirio. También se encontró que la lavanda, la rosa y la naranja aumentan la relajación mental mientras que el jazmín, la manzanilla y el almizcle estimulan la mente.
  • Otras pruebas demostraron que el aroma de heliotropo reduce el estrés y la ansiedad.
  • Los aromas agradables permiten recordar momentos placenteros, mientras que los desagradables inhiben estos recuerdos. Además, los cambios en las cualidades emocionales inducidos por los aromas han sido aprendidos como resultado del contexto en el cual fueron inicialmente experimentados.

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